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A lo largo
de la Historia de la Humanidad siempre ha sido necesario un número mínimo de
personas en una comunidad para que realmente se produzca el Cambio y se inicie una verdadera Re-Evolución.
Lyall Watson
en su libro "Lifetide: The Niology
of Consciousness" relató un sorprendente suceso que ocurrió en la isla de
Koshima, cerca de Japón y que hoy adquiere máxima actualidad en el siglo de la
tecnología, las redes sociales y la necesidad de un cambio de rumbo de la
sociedad.
En 1.952,
en la isla de Koshima, un grupo de científicos empezaron a proporcionar a los
monos nativos patatas dulces, que dejaban caer en la arena.
A los macacos
les gustó el sabor de aquellas patatas que devoraban aunque estaban sucias y
manchadas de arena. Pero ..un día una hembra de 18 meses de edad, llamada Imo, decidió
lavar las suyas en el océano iniciando un proceso de innovación social sin
precedentes.
Pronto le
enseñó el truco a su madre. Sus compañeros de juego también aprendieron éste
nuevo método.
Entre
1.952 y 1.958, esta innovación cultural fue aprendida por todos los macacos
jóvenes, pero el grupo de los adultos se dividió en dos: sólo algunos imitaron ésta mejora social.
Otros continuaron comiendo las patatas sucias como siempre habían hecho.
Pero poco a
poco, más y más monos fueron aprendiendo el nuevo comportamiento, hasta que un
día y súbitamente, lo hizo toda la colonia . Pero lo más sorprendente fue que a
partir de ese día, los monos de otras islas, sin contacto con los anteriores,
también empezaron a hacerlo, incluso los macacos de Takasakiyama, en pleno
territorio de Japón y a cientos de kilómetros de distancia.
Era como si
el nuevo conocimiento se hubiese expandido por el aire, alcanzando a toda la
especie...
Watson
consideró que cuando el mono número X había aprendido, se completó la llamada Masa Crítica Social, es decir, el
número de individuos necesario para que todo un grupo, una comunidad
social adquiera de pronto el nuevo conocimiento
o la nueva conducta y se inicie un verdadero Cambio Social.
Esto le hizo
suponer que en la evolución de las especies hay mecanismos diferentes de
aquellos que intervienen en la selección natural, lo cual tiende a mostrar que
esos mecanismos también inciden sobre la manera de como ideas y costumbres se
propagan por toda la especie humana.
A esto se
llamó "Teoría del Centésimo Individuo".
Watson dice en su libro que si un número suficientemente grande de personas
(Masa Crítica Social ) adquieren un nuevo conocimiento o forma de ver las
cosas, esta se propagará por toda la Humanidad.
Así se
desprende que un solo individuo de una
comunidad podría completar la Masa Crítica, y desencadenar un nuevo
conocimiento para para toda la sociedad.
Pero hasta
casi veinte años mas tarde los científicos no lograron explicar el modo en el
que se transmite como una onda expansiva ese nuevo conocimiento.
En 1996 el equipo de Giacomo
Rizzolatti, de la Universidad de Parma (Italia), estaba estudiando el
cerebro de primates cuando descubrió un curioso grupo de neuronas. Las células
cerebrales no sólo se encendían cuando el animal ejecutaba ciertos
movimientos sino que, simplemente con contemplar a otros hacerlo, también se
activaban. Se les llamó neuronas espejo
o especulares. En un principio se pensó que simplemente se trataba de un
sistema de imitación. Sin embargo, los múltiples trabajos que se han
hecho desde su descubrimiento, el último de los cuales se publicó en Science,
indican que el sistema de espejo permite hacer propias las acciones,
sensaciones y emociones de los demás. Su potencial trascendencia para la
ciencia es tanta que el neurocientífico Vilayanur
Ramachandran ha llegado a afirmar que son la base de nuestro comportamiento social porque nos dotan de la capacidad
de tener empatía e imaginar lo que el otro está pensando.
Las neuronas espejo demuestran que verdaderamente
somos seres sociales. Estas neuronas se activan incluso cuando no ves la
acción, cuando hay una representación mental. Su puesta en marcha corresponde
con las ideas.
Y si ahora
nos centramos en la sociedad actual podemos darnos cuenta que precisamente lo
que necesitamos en este momento es un claro binomio de CAMBIO y de IDEAS.
Me pregunto ¿
cuanto tiempo mas necesitamos para conseguir esa Masa Crítica social que nos
permita explosionar un verdadero cambio de rumbo e incluso un verdadero cambio
de actitud ¿
¿ Estará ya
en ese grupo innovador nuestra equivalente a IMO en la isla de Koshima ¿
Porque creo con
cierta base científica que ese cambio de visión y esa generación de ideas ,una vez aparezca el individuo numero
100 siendo este el siglo de las redes socias y de la globalización la transmisión y aceptación social será
imparable.
No perdamos la esperanza.
¿ SERÁS TU LA/EL PROXIMA/O NUMERO 100?
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