martes, 24 de julio de 2012

EL ESPAÑOL NUMERO 100

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A lo largo de la Historia de la Humanidad siempre ha sido necesario un número mínimo de personas en una comunidad para que realmente se produzca el Cambio y se inicie una verdadera Re-Evolución.

Lyall Watson  en su libro "Lifetide: The Niology of Consciousness" relató un sorprendente suceso que ocurrió en la isla de Koshima, cerca de Japón y que hoy adquiere máxima actualidad en el siglo de la tecnología, las redes sociales y la necesidad de un cambio de rumbo de la sociedad.


En 1.952, en la isla de Koshima, un grupo de científicos empezaron a proporcionar a los monos nativos patatas dulces, que dejaban caer en la arena.
A los macacos les gustó el sabor de aquellas patatas que devoraban aunque estaban sucias y manchadas de arena. Pero ..un día una hembra de 18 meses de edad, llamada Imo, decidió lavar las suyas en el océano iniciando un proceso de innovación social sin precedentes.
Pronto le enseñó el truco a su madre. Sus compañeros de juego también aprendieron éste nuevo método.
Entre 1.952 y 1.958, esta innovación cultural fue aprendida por todos los macacos jóvenes, pero el grupo de los adultos se dividió en dos:  sólo algunos imitaron ésta mejora social. Otros continuaron comiendo las patatas sucias como siempre habían hecho.
Pero poco a poco, más y más monos fueron aprendiendo el nuevo comportamiento, hasta que un día y súbitamente, lo hizo toda la colonia . Pero lo más sorprendente fue que a partir de ese día, los monos de otras islas, sin contacto con los anteriores, también empezaron a hacerlo, incluso los macacos de Takasakiyama, en pleno territorio de Japón y a cientos de kilómetros de distancia.

Era como si el nuevo conocimiento se hubiese expandido por el aire, alcanzando a toda la especie...

Watson consideró que cuando el mono número X había aprendido, se completó la llamada Masa Crítica Social, es decir, el número de individuos necesario para que todo un grupo, una comunidad social  adquiera de pronto el nuevo conocimiento o la nueva conducta y se inicie un verdadero Cambio Social.

Esto le hizo suponer que en la evolución de las especies hay mecanismos diferentes de aquellos que intervienen en la selección natural, lo cual tiende a mostrar que esos mecanismos también inciden sobre la manera de como ideas y costumbres se propagan por toda la especie humana.
A esto se llamó "Teoría del Centésimo Individuo". Watson dice en su libro que si un número suficientemente grande de personas (Masa Crítica Social ) adquieren un nuevo conocimiento o forma de ver las cosas, esta se propagará por toda la Humanidad.
Así se desprende que un  solo individuo de una comunidad podría completar la Masa Crítica, y desencadenar un nuevo conocimiento para para toda la sociedad.

Pero hasta casi veinte años mas tarde los científicos no lograron explicar el modo en el que se transmite como una onda expansiva ese nuevo conocimiento.

En 1996 el equipo de Giacomo Rizzolatti, de la Universidad de Parma (Italia), estaba estudiando el cerebro de primates cuando descubrió un curioso grupo de neuronas. Las células cerebrales no sólo se encendían cuando el animal ejecutaba ciertos movimientos sino que, simplemente con contemplar a otros hacerlo, también se activaban. Se les llamó neuronas espejo o especulares. En un principio se pensó que simplemente se trataba de un sistema de imitación. Sin embargo, los múltiples trabajos que se han hecho desde su descubrimiento, el último de los cuales se publicó en Science, indican que el sistema de espejo permite hacer propias las acciones, sensaciones y emociones de los demás. Su potencial trascendencia para la ciencia es tanta que el neurocientífico Vilayanur Ramachandran ha llegado a afirmar que son la base de nuestro comportamiento social porque nos dotan de la capacidad de tener empatía e imaginar lo que el otro está pensando.
Las neuronas espejo demuestran que verdaderamente somos seres sociales. Estas neuronas se activan incluso cuando no ves la acción, cuando hay una representación mental. Su puesta en marcha corresponde con las ideas.
Y si ahora nos centramos en la sociedad actual podemos darnos cuenta que precisamente lo que necesitamos en este momento es un claro binomio de CAMBIO y de IDEAS.
Me pregunto ¿ cuanto tiempo mas necesitamos para conseguir esa Masa Crítica social que nos permita explosionar un verdadero cambio de rumbo e incluso un verdadero cambio de actitud ¿
¿ Estará ya en ese grupo innovador nuestra equivalente a IMO en la isla de Koshima ¿
Porque creo con cierta base científica que ese cambio de visión y esa generación de  ideas ,una vez aparezca el individuo numero 100 siendo este el siglo de las redes socias y de la globalización  la transmisión y aceptación social será imparable.

No perdamos la esperanza.
¿ SERÁS TU LA/EL  PROXIMA/O NUMERO 100?


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