jueves, 20 de noviembre de 2014

Human Interaction: El modelo de las 4 C’s

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Human Interaction: El modelo de las 4 C’s


La economía de la información valora los sentimientos, la CONFIANZA y los contactos sociales como valora las acciones y las mercancías pero, además, por primera vez en la Historia, dispone de los medios técnicos para hacerlo de una forma cada vez más perfecta.




Internet provocó hace diez años que inicialmente las empresas empezaran a preocuparse por buscar talento tecnológico y digital que supiera cómo funcionan los dispositivos y la red. Podríamos denominar este periodo como de Transformación Tecnológica.

Desde hace cinco, sin embargo, ser digital ya no es una opción ni una diferenciación suficiente y las compañías han empezado a buscar tecnologías que les permitan conocer cómo se comportan las personas. Estaríamos hablando del Big Data.

Pero, ahora se inicia una tercera época en la que gracias al acercamiento y la aplicación de las CIENCIAS de la cognición al marketing y la COMUNICACIÓN tenemos la posibilidad de analizar con rigor además del quién, del cuándo, del cuánto y del cómo... el por qué y en función de qué.

Bienvenidos a la época del Human Interaction.

Este hecho toma especial relevancia en un momento en el que ya nadie tiene el poder de “fabricar” marcas sin conseguir “convencernos” de forma sostenible como empleados, como accionistas, como clientes, como ciudadanos y, sobre todo… como personas.

La crisis global más importante a la que nos estamos enfrentando no es solo financiera sino de CONFIANZA.

Pero... ¿ Dónde y cómo se construye la confianza?

La confianza se construye en nuestra mente.

Según John Bargh, profesor de psicología de la universidad de YALE, las influencias inconscientes son decisivas en cualquier comportamiento humano, si bien hasta ahora han sido muy difíciles de modificar y medir. “El 90% de la confianza se basa en información que gestionamos de forma inconsciente”.

Sin embargo, actualmente todo el negocio de la comunicación se basa en intentar optimizar solo ese 10% de información consciente, midiendo la eficacia solo en términos de declaración (research) tiempo de exposición y coste (medios) subjetividad de ideas (creatividad) análisis de comportamiento (navegación, ventas,...).

Seguimos sin profundizar en el POR QUÉ.

Un hecho científicamente probado es, por ejemplo, que los humanos solo somos capaces de manejar 4 ó 5 unidades de información al mismo tiempo, por lo que hay “enormes porciones” del mundo que volvemos invisibles por prestar atención a un estímulo particular.

Si por ejemplo, fuéramos realmente conscientes de todos los anuncios, marcas y estímulos emitidos mientras vemos la televisión, la mayoría de nosotros dejaría de verla por agotamiento mental.

Nuestro cerebro es selectivo y desestima cualquier estímulo que no consiga un determinado nivel de atención y/o urgencia a la vez que se “entrena y aprende” y por lo tanto, cuanto más a menudo nos enfrentamos a un tipo de estímulo mejor puede sortearlo nuestro sistema mental “automático”.

¿No es entonces interesante conocer cómo funcionan los procesos mentales de atención ante cualquier estímulo de comunicación?

Nuestro cerebro “suprime” continuamente todo lo que no considera “importante”.

El tálamo es el filtro cerebral responsable de determinar qué es lo suficientemente nuevo o impactante para compartirlo con “nosotros”, es decir, para que pase a ser percibido de forma consciente.

Cuando nos exponemos a un estímulo visual, éste recorre todo nuestro nervio óptico y 50 milisegundos más tarde llega a esta región del cerebro que es una especie de “guardián de la puerta de nuestra conciencia”.

En los momentos de enorme impacto el tálamo envía simultáneamente una imagen mental a la corteza visual y a la amígdala que es la región más instintiva de nuestro cerebro. Este hecho tiene de inmediato una consecuencia de comportamiento y nos lanza o no a la acción.

El medio más importante de nuestra percepción es la memoria. El 99% de lo que vemos es proyectado desde la memoria y solo el 1% desde nuestros órganos sensoriales

A continuación, determinados módulos inconscientes desmontan dicha imagen mental para analizarla sensorialmente: colores, contornos, olores… y envían los resultados a nuestra “Base de datos de experiencias” (lóbulo frontal), y aquí, en un proceso vertiginosamente rápido se vuelven a ensamblar todas las partes de información recibidas (incluyendo las adicionales encontradas en nuestra base
de datos experiencial) creándose una versión “mejorada y customizada” de la imagen mental original. Posteriormente es de nuevo enviada a la corteza visual.

Es a partir de este momento y solo entonces cuando podemos “ver” la imagen “conscientemente”.

En general, el medio más importante de nuestra percepción es por lo tanto la memoria. El 99% de lo que vemos es proyectado desde la memoria y solo el 1% desde nuestros órganos sensoriales.

Nuestro cerebro es pues un verdadero simulador de realidad.

Por ejemplo: Sabemos que estamos enamorados cuando nuestra mente inconsciente comparte el mismo punto de vista. De hecho, cuando se le pregunta a una persona enamorada “por qué” suele tener dificultad en razonarlo verbalmente entre otras cosas porque al 99% simplemente “no lo sabe” de una forma consciente.

De la misma forma, cuando vemos un producto o una marca, solo nos “enamoramos” de ella una vez “visada” por nuestra mente inconsciente. Ello hace muy relevante la medición de parámetros emocionales y de los factores cognitivos. La pregunta es ¿pueden medirse de forma fiable?

La respuesta es SI.

El futuro del análisis de la eficacia de contenidos y formatos pasa por la medición emocional.

Hoy en día ya estamos trabajando en áreas como:

a. Validación y Mejora de la creación:

Determinar, por ejemplo, qué personajes y tramas generan más impacto en una serie de
ficción, en un spot o en un programa.

Determinar los mejores montajes audiovisuales en base a sus resultados atencionales versus
un target dado.

En una palabra, validamos la creatividad con un fundamento absolutamente científico.

b. Mejorar la promoción y la comercialización

Determinar los formatos y contenidos más eficaces para provocar altos niveles de engagement
y attachement emocional

Determinar, por ejemplo, dónde y cómo funciona mejor la presencia de una marca en un
patrocinio, o bien cuando un patrocinador pierde eficacia y pasa a ser “paisaje”. Hecho, por cierto,
muy frecuente por ejemplo en algunos de los formatos de los patrocinios de fútbol.

c. Optimización de la negociación de medios:

Análisis comparativo de la eficacia en términos de tiempo de exposición de la marca y datos
convencionales de audiencia versus tiempo de fijación real de atención del individuo y niveles
de activación emocional.

d. Mejora de la Planificación de Medios:

Permite complementar los datos de audiencia convencionales con índices de memorización, atención y emocionalidad, transformando la audimetría en bio-audimetría. Ello puede suponer por ejemplo incrementos superiores al 25% en los niveles de atención de una campaña de spots en TV a igualdad de presupuesto.

Hace pocos días un directivo de un medio nos decía asombrado tras la presentación de las conclusiones de un estudio de bioaudimetría:

“Se acaba de romper el status-quo del GRP ”

e. Mejora del Producto / Servicio

Determinación del mensaje comercial en función del público objetivo:

Los factores cognitivos y la personalidad son fundamentales a la hora de decidir el mensaje
comercial para un potencial cliente.

Ejemplo: análisis de la capacidad de inhibición ligada a la impulsividad (el impulsivo comprará aquí y ahora, también se arrepentirá con más frecuencia de la compra, incrementando el coste de servicio posventa). El no impulsivo es capaz de retrasar la recompensa, lo cual significa que es capaz de construir buenos hábitos.

El futuro del análisis de la eficacia de contenidos y formatos pasa por la medición emocional

Videojuegos:

De forma reciente se han realizado estudios en jóvenes que muestran cambios relacionados con el entrenamiento cognitivo computerizado y los videojuegos en incremento de la inteligencia fluida (Jaeggi y cols., 2011), la memoria de trabajo (Olesen, Westerberg & Klingberg, 2004) y la atención selectiva (Green y Bavelier, 2003).

Estas conclusiones pueden significar nuevas líneas de producto para las compañías de videojuegos como por ejemplo el Brainfitness.

Alimentación:

Tal y como afirma el Dr. Shepherd en su libro “Neurogastronomy”, El sabor está en el cerebro,
no en la comida ni en la bebida.

Estamos aportando valiosa y nueva información para el diseño de producto de alimentación y bebidas.

La atención, las expectativas y creencias, tienen una profunda influencia en la respuesta de la percepción neural a las características organolépticas y por lo tanto conocer su impacto tiene un peso
importante en el éxito o fracaso de un producto.

Ya hay empresas de alimentación que están innovando en producto con técnicas de neuroinvestigación.

Health & Wellness:

Existen fundamentos científicos que subrayan la importancia de prestar atención a las emociones positivas en el ámbito de la salud. Ponen de manifiesto que construir “estados emocionales positivos” previene y alivia la depresión y otros trastornos emocionales (Seligman, Rashid y Parks, 2006). En suma, se ha observado una clara asociación entre emociones positivas y salud física: el optimismo y otros estados emocionales positivos protegen a la personas de la enfermedad al igual que la capacidad de gestión del stress puede aumentar el nivel de productividad de un equipo humano o retrasar el envejecimiento.

El sector de Salud o el de Belleza y Cosmética reclama cada vez más ampliar su conocimiento sobre la gestión emocional de sus marcas de su comunicación a la hora de establecer sus estrategias de Customer Experience.

Todos sabemos que el futuro de toda empresa depende de su capacidad de TRANSFORMACIÓN
de negocio, de INNOVACIÓN de producto y de MARKETING. Es evidente que los modelos convencionales han entrado claramente en FALLO TÉCNICO a la hora de resolver estas cuestiones
y necesitamos un nuevo modelo de pensamiento estratégico.

1. Que ayude a crear organizaciones CREATIVAS

2. Que eduque equipos en la gestión del CAMBIO

3. Que forme e informe sobre nuevos lenguajes

4. Que identifique BRAND’S HUMAN BENEFITS y no solo BRAND’s COMMERCIAL RESULTS.

5. Que sabe que ya no sirve ADAPTARSE sino ANTICIPARSE

6. Que sabe que una IDEA que no se comunica NO EXISTE

7. Que sabe que ser DIGITAL ya no es una opción

8. Que usa La TECNOLOGIA no solo con finalidad transaccional de la empresa sino como FACILIDAD vital de sus clientes.

9. Que tiene por objetivo CONVENCER y no solo VENCER

10. Que sabe que aunque las empresas venden TANGIBLES los consumidores compran INTANGIBLES y por lo tanto, los gestiona.

11. Que piensa que es erróneo que el Marketing se OCUPE solo del CONSUMO del producto
y deje que RSC se PREOCUPE de las CONSECUENCIAS.

Y, por supuesto, que empiece a ser capaz de aplicar la intersección de CREATIVIDAD y CIENCIA enfocada a resultados de negocio.


¿Sabes ya cual es el modelo de las 4 C’s?

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